Envejecimiento

La piel es el órgano más grande del cuerpo (sí, es un órgano) actúa como una barrera protectora ante el sol y el medio ambiente, además de ser parte importante en nuestra primera impresión al mundo. Las anteriores razones son suficientes para darle el mejor cuidado posible a esta parte esencial de nuestro cuerpo y evitar su deterioro o envejecimiento.

Aunque el envejecimiento es un proceso natural, hay muchos factores con los que convivimos que aceleran su aparición, tales como Radiación solar, contaminación, estrés, fumar cigarrillo etc. Además de que Viene acompañado por manchas, arrugas finas y pérdida de firmeza y claridad. Para evitar, o al menos, hacer más lento este proceso, hay ciertos tips y procedimientos que hay que tener presentes.

El primero de ellos es comenzar a cuidar la piel lo antes posible, según expertos, desde la el lustro de los 20 a los 25 años el protector solar debe ser indispensable en la rutina diaria, y se debe mantener hidratada la piel siempre. A partir de los 35 años, se debe apuntar a reparar y recuperar lo que ya se perdió. Para ello, se pueden acudir a diversos tratamientos como lo son la toxina Botulínica o Botox, La cual permite prevenir arrugas formadas por las líneas de expresión. El ácido hialurónico, el cual ayuda a hidratar la piel, dar luminosidad y mejorar las arrugas finas; algunos apuntan al soporte de la piel, por lo que tratan las arrugas más profundas y corrigen el volumen que se ha perdido a través del tiempo.